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Prisión Habilitada de Predicadores (Zaragoza)


Desde el siglo XVIII se ubicó una cárcel en el palacio de los Duques de Villahermosa en la calle Predicadores de Zaragoza. En 1759 el edificio fue cedido al Tribunal de la Inquisición hasta 1820. Una Real Orden de 6 de junio de 1821 dicta que se establezca en ese caserón la cárcel pública, llamada también Nacional, aún así las obras no se iniciaron hasta 1841, finalizando el 12 de mayo de 1842. La prisión debe su nombre a la calle donde se encuentra emplazada, la cual a su vez lo toma del convento de la orden de Predicadores. En 1868 la calle cambiará su nombre por el de Democracia, el cual conservará hasta el Alzamiento Nacional que recuperará su nombre primitivo. Desde 1873, los ocho juzgados que poseía la ciudad compartirán edificio con la prisión hasta la construcción de los nuevos juzgados en la Plaza del Pilar ya en el siglo XX.

A principios del siglo XX las funciones de cárcel de Zaragoza las cubre el viejo caserón de Predicadores. Esta cárcel que tenía capacidad para unos 140 reclusos se fue quedando pequeña a medida que la población penitenciaria crecía como consecuencia de la crisis económica de la segunda década del siglo XX, de la radicalización de los conflictos sociales y del aumento de la delincuencia común. El 5 de octubre de 1928 los reclusos fueron trasladados a la nueva cárcel de Torrero.

Terminada la Guerra Civil, dado el abrumador número de reclusos que tenía la Prisión Provincial, las autoridades penitenciarias decidieron concentrar a las mujeres en la antigua cárcel de la ciudad, Predicadores, en desuso desde 1928. El traslado se realizará el 6 de abril de 1939, ingresando en la Prisión habilitada de Predicadores 512 mujeres y 53 niños.

El hacinamiento, las malas condiciones del edificio, los castigos, las vejaciones, la mala alimentación y la violencia hicieron de Predicadores una de las cárceles más duras de la posguerra.

Tres grupos de mujeres se juntaron en aquellas dependencias: las presas comunes, las anteriores (encarceladas por delitos cometidos antes y durante la guerra, en su mayoría no tenían filiación política), y las posteriores (encarceladas por delitos cometidos a partir del final de la guerra, activistas políticas en su inmensa mayoría). Desde 1939 hasta 1945 pasarían por sus dependencias más de 3000 mujeres.

El 22 de noviembre de 1955, el director de la Prisión habilitada de Predicadores cerró definitivamente sus puertas entregando las llaves de la cárcel al alcalde de Zaragoza Luis Gomez Laguna.


Documentación de la Prisión Habilitada de Predicadores en Dara


Fechas de existencias:
1939-1955
Bibliografía:
  • Aragües Estragués, Rosa María. Las rojas y sus hijos, víctimas de la legislación franquista: el caso de la cárcel de Predicadores (1939-1945). Madrid: Sanz y Torres, 2014.
  • Aragües Estragués, Rosa María. En el infierno de Predicadores: los niños cautivos. En: Studia Historica Historia contemporánea. vol. 29 (2011), p. 171-193.
  • Heredia Urzáiz, Iván. Terror, misería y violencia: mujeres en la cárcel de Torrero (Zaragoza, 1936-1939). En: Studia Historica Historia contemporánea. vol. 29 (2011), p. 139-169.
  • Heredia Urzáiz, Iván: Delitos Políticos y Orden Social. Historia de la cárcel de Torrero, 1928-1950. Zaragoza, Mira Editores, 2005.