Antonio Durán Gudiol
Instituto de Estudios Altoaragoneses
Huesca, 1990
La villa de Alquézar, íntegramente restaurada hace dos décadas y visitada anualmente por miles de turistas, no solo es uno de los conjuntos arquitectónicos más interesantes de nuestra comunidad autónoma, sino que es fruto de una historia compleja que, además de determinar su fisonomía y características, ejerció una gran influencia en un amplio territorio circundante.
Uno de los principales méritos de este breve clásico divulgativo de Antonio Durán Gudiol es dedicar un buen número de páginas a exponer los más destacados hitos de la historia de Alquézar, desde la poco conocida época musulmana hasta la edad moderna, cuando el brillo cultural y socioeconómico de la colegiata comenzó a declinar. Completa el volumen una magnífica síntesis sobre los más importantes testimonios arquitectónicos que aún pueden encontrarse en Alquézar: los restos del castillo musulmán, el conjunto colegial y la propia villa.
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