La fosa existente en el cementerio de Larrés está hoy en día casi totalmente sepultada bajo otras dos tumbas individuales posteriores. Contiene los restos de seis militares -un sargento y cinco soldados- de las tropas rebeldes muertos en las posiciones que existían en el monte de Güel, en las cercanías del pueblo. Pertenecían a un batallón compuesto en su mayor parte por soldados canarios. Los informantes consultados recuerdan que esa unidad acabó prácticamente desintegrada por el curso que tomaron los acontecimientos: muchos desertaron a la zona republicana; otros murieron congelados; otros, como los seis enterrados en Larrés, murieron en combate.

La fecha de los acontecimientos es aproximada.

Otras víctimas de la guerra en la localidad: Tres soldados procedentes del pueblo murieron en combate junto a las tropas rebeldes. Dos de ellos fueron Alvaro Bara, de Casa Sanvicente, y Mariano Sarsa, de Casa Sánchez. El tercer joven fallecido era de Casa el Herrero y los informantes sólo pudieron indicar el nombre de pila del joven, que era Vicente. La intervención del alcalde Prudencio Aguarta impediría que varias mujeres fueran rapadas por los sublevados.