Alvira Lizano, Fernando, y Fontana Calvo, Celia
Instituto de Estudios Altoaragoneses
Huesca, 2006
La iglesia de Santo Domingo de Huesca, cuya construcción concluyó en 1695, constituye un ejemplo excepcional del Barroco aragonés, no solo por la calidad de su arquitectura y de su desbordante ornamentación, sino por haber sobrevivido intacta a los diversos procesos desamortizadores y bélicos que han contribuido a mermar el patrimonio aragonés en los últimos siglos.
Esta obra es el fruto de un inusual proyecto de colaboración entre una historiadora y un fotógrafo, que, a lo largo de sus deslumbrantes páginas, analizan, fragmentan y reconstruyen para el lector los intrincados espacios y los complejos recursos visuales y retóricos de un lugar construido para las emociones.
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